9 de enero de 2016

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Cómo aumentar las defensas de tu Organismo


Aumentar las defensas te ayuda no solo a prevenir la gripe, sino a recuperar la energía y a mantener un buen estado de salud, especialmente en otoño e invierno.

Para protegernos frente a las afecciones previsibles, y aumentar las defensas, lo mejor es verificar precisamente cómo están nuestras defensas, empezando a tomar medidas a través de tres puntos imprescindibles: la dieta, la actividad física y la actitud mental.

Es preciso mantener una buena actitud mental, ya que está constatado que un conflicto emocional o un sufrimiento psíquico al igual que físico, nos somete a estrés y baja las defensas de nuestro organismo.
¿Cómo aumentar las defensas del organismo?
Apuesta por una alimentación sana, principalmente a base de frutas, vegetales y verduras, excelentes fuentes de vitaminas y minerales.
Opta por aquellos alimentos buenos para aumentar las defensas, los cuales te ayudarán muy positivamente en este sentido.
Las vitaminas y los minerales pueden ser de gran ayuda a la hora de recuperar la energía y aumentar las defensas. 
Duerme bien, aprovechando la luz natural, de forma que no obstaculices los procesos fisiológicos que se dan durante la noche. Esto te ayudará a recuperar la energía y a tener unas defensas más fuertes.
Mantén la calma y la relajación y no te estreses por nada. Recuerda que el pánico, la depresión, la ansiedad, el estrés, la angustia, el odio o el miedo pueden tener efectos negativos no solo para la mente, sino para la salud, restándote energías y defensas. Esto es así porque son enemigos comprobados del sistema inmune.
Vive con optimismo y con alegrías. Disfruta de los beneficios de la risa, ya que tanto ésta como el humor ayudan a combatir las enfermedades.
El ejercicio ayuda a mantenernos activos, más ágiles y fuertes, además de combatir el estrés.

6 de enero de 2016

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Consejos para Cuidar tus Huesos


Al igual que hacemos con el resto de nuestro cuerpo, es fundamental cuidar nuestros huesos para mantenernos sanos y libres de problemas y enfermedades en el futuro. Por eso, es importante prestar atención a su cuidado desde pequeños. Hay que tener en cuenta que los huesos soportan el peso de nuestro cuerpo, son nuestra estructura, sirven de protección de los órganos y partes blandas y nos permiten movernos y realizar todos los movimientos.

Junto con el fósforo, el calcio es el mineral fundamental para la formación de los huesos sanos. De hecho, los huesos están compuestos aproximadamente por un 70% de calcio, de ahí que sea primordial el consumo regular de alimentos ricos en calcio, en especial en la adolescencia, ya que es la etapa de la vida en la que se forma la mayor parte de la masa ósea.
Asimismo, la vitamina D tiene también una vital importancia para los huesos, ya que el cuerpo la necesita para absorber el calcio.
Sin embargo, además del calcio y la vitamina D, hay una serie de consejos que nos pueden ser de gran ayuda para cuidar nuestros huesos y mantenerlos sanos:
– Realizar ejercicio de forma regular (al menos 3 veces a la semana) resulta fundamental. La actividad física y la práctica de deportes provocan la contracción muscular que favorece el depósito de calcio en el hueso, al tiempo que mejorar la circulación de la sangre, lo que permite que los huesos reciban un mayor aporte de nutrientes.
– Por el contrario, el tabaco y el alcohol son grandes enemigos de nuestros huesos que hay que evitar.
– Las mujeres posmenopáusicas deben aumentar el consumo diario de calcio (1.000-1.500 mg), así como de vitamina D, ya que en esta etapa la pérdida de masa ósea es mayor.
– También deben aumentar el consumo de calcio y vitamina D las personas con alguna enfermedad como puede ser la anorexia, así como aquellas que sufran de intolerancia a la lactosa, vegetarianas, con tratamientos con corticoides y aquellas que no tomen de forma habitual el sol.
– Tomar medidas para evitar las caídas, ya que en muchos casos originan fracturas y lesiones de los huesos. Para ello, hay que tener en cuenta medidas como tener una buena iluminación en el hogar y lugar de trabajo, eliminar un exceso de muebles y obstáculos, revisarnos la vista o utilizar un bastón si tiene dificultades al desplazarse.
– Los adolescentes, mujeres embarazadas o en lactancia, así como las personas mayores de 50 años también deben incrementar el consumo diario de calcio (1.200-1.500 mg).
– Ya hemos hablado de la importancia de la vitamina D. Es por ello que es importante tomar el sol (siempre con protección) unos 15 minutos al día, así como el consumo de forma habitual de pescado azul.
– Del mismo modo, es importante conocer los alimentos ricos en calcio: leche, quesos, sardinas en aceite, almendras, avellanas o yogur son alimentos que se deberían tomar de forma diaria.

5 de enero de 2016

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Cómo eliminar grasas de la alimentación 

Dentro de una alimentación saludable y una dieta equilibrada lo mejor es optar siempre por grasas saludables, de forma que casi se convierte en una obligación eliminar las grasas saturadas de la dieta.
Para conseguirlo, una buenísima opción es conocer cuáles son los alimentos ricos en grasas saturadas, para reducirlos o incluso eliminarlos de nuestra dieta.

Conocer los alimentos más ricos en grasas saturadas

Si te planteas la posibilidad de reducir las grasas saturadas de tu dieta, es conveniente tener siempre presente que para conseguirlo es fundamental conocer qué alimentos son los más ricos en este tipo de grasas.
Entre estos alimentos destacan sobretodo las carnes, fiambres y embutidos grasas, el paté, así como productos derivados de origen animal (como es el caso de la mantequilla, nata y algunos quesos).

Cómo reducir las grasas saturadas de la dieta:

Debemos tener presente que existen diferentes opciones a la hora de reducir las grasas de la alimentación. En primer lugar es obvio la eliminación, reducción o incluso la adopción de determinadas pautas y consejos:
  • Carnes y aves: debemos eliminar la grasa visible de estos animales antes de cocinarlos. ¿Lo mejor? Optar por carnes magras bajas en grasa.
  • Productos de origen animal: es el caso de patés, nata, mantequilla y determinados quesos. Lo mejor evidentemente es reducir el consumo de estos productos lo máximo posible.
  • Fiambres y embutidos: debemos tener especial cuidado con los fiambres y embutidos muy grasos o grasos, dado que son los alimentos con más cantidad de grasas saturadas.
  • Aceites: elimina de tu dieta aceites de coco y de palma, y productos elaborados con estos aceites.
  • Bollería y pastelería: son productos muy altos en grasas saturadas y trans, que a la larga pueden ser muy peligrosos para la salud. Por tanto, reduce o elimina estos alimentos de tu dieta, incluso aunque se coman de forma moderada.
También debemos tener en cuenta otros consejos de salud útiles:
  • Pescados blancos y azules: incluye en tu dieta al menos cuatro veces por semana pescados blancos y azules (como sabes, los pescados azules son cardiosaludables).
  • Huevos: son alimentos igualmente nutritivos y saludables, pero no es aconsejable que superemos el consumo de tres huevos por semana.